Novedades

Historia de Sirin Hanna

archedchristian

Jugador de fichas de rol
Registrado
15/8/19
Mensajes
389
Historia de Sirin Hanna

La madre de Sirin se llamaba Alcarinque Hanna, era de Suldanesselar, era una elfa salvaje y estaba en las filas del ejercito hasta que un día pidió que le dejaran partir a explorar el mundo durante unos años y volver algún día para asistir otra vez en las filas. Se lo concedieron y partió de pueblo en pueblo. Pasaron los años y un día llego a una posada para comer algo y descansar, un hombre se sentó al lado de ella y la comenzó a seducir dominando su mente con un conjuro así que bueno... acabo conduciéndola a una habitación, al día siguiente Alcarinque se encontró sola en la cama y sin rastro del humano que conoció anoche. Al notarse que estaba en cinta quiso dejar las aventuras e irse a su pueblo natal.

No tuvo mucho problema con el parto y le pusieron de nombre Sirin, Sirin hanna. No es que fuera muy agradable a la vista pero para Alcarinque Hanna era lo mas precioso que había cogido en sus manos. Fue tratado como uno mas por el gran respeto que le tenían los demás elfos a su madre ya que sus hazañas hacían eco en Suldanesselar. Con tal paso los años y con Alcarinque enseñándole a pelear sin mucho agobio y teniendo Sirin una bonita juventud, quería que entrase en el ejercito de Suldanesselar pero Sirin se negaba pues quería conocer el vasto mundo y algún día volver curtido para atreverse a entrar al ejercito pues para estar en el ejercito habría tiempo de sobra y quería correr aventuras como hacia su madre por las historias que le contaba de sus hazañas, y eso le hizo darle hambre por tener el mismo destino que su madre y conocer su parte humana también, le dolía comentárselo a su madre todo esto pero era su sueño, a Alcarinque le entristeció escucharlo de su boca pero lo entendió y le dio su consentimiento pero con la condición que se quedara durante cinco años mas en Suldanesselar pues le entrenaría en serio para prepararlo contra el peligroso mundo.

Pasaron cinco duros años para Sirin, acostumbrado a la buena vida que tenia hasta los veinticinco y de repente esto, entrenar sin descanso le costo mucho esfuerzo pero sus ganas de conocer mundo y dejar a su madre tranquila de que se iría le daban fuerzas para aguantar lo que se le echara encima, así que Alcarinque aun preocupada le dio su mochila de viaje, unas raciones por el camino y la espada que la acompaño tantos años. Le dejo partir indicándole cuales eran los pueblos mas seguros y que corriera si necesitara hacerlo, pues no todo en este mundo se puede vencer, siempre habrá alguien mas fuerte. Sirin comenzó a marchar de pueblo en pueblo luchando contra monstruos y ayudando a sus habitantes como hacia su madre sin ningún objetivo de encontrar su padre pues su madre ya hacia de padre y madre, y le dio los valores que necesitaba para querer hacer de un mundo mejor.

Sirin ya con cuarenta años quiso asentarse un tiempo en alguna ciudad, y pensó en la ciudad con mas problemas que se pudiera tener y pensó en la ciudad donde el oro era quien gobernaba. Sirin no quería quedarse toda la vida en esa ciudad, tan solo deseaba querer arreglar los problemas que estuvieran en su mano y después volver para intentar ingresar al ejercito de Suldanesselar como Alcarinque quería y contarle todas las historias que vivió estos años y querer decirle que cada día que pasa se parece mas a ella.
 
Arriba